Albi

Llueve.

Levamos unos cuantos fines de semana esperando el sol para hacer una excursión, pero como no para, el fin de semana pasado decidimos que sí o sí, teníamos que hacer una escapada aunque fuese rápida.

Así que el Sábado nos fuimos a Albi.

Es una ciudad preciosa, medieval, toda de ladrillo.

Sin duda, la Catedral es es edificio más llamativo. Es la típica catedral fortificada que, salvo por una puerta muy barroca, parece más un castillo.

Mirad la torre, cualquiera diría que es de Mordor. Impresiona.

Sin embargo por dentro no tiene nada que ver. Está cubierta de arriba abajo de frescos, tiene un coro precioso y, aunque no tengo fotos seguro que internet podéis encontrar alguna para haceros una idea.

Otro de sus puntos fuertes es el río Tarn y sus puentes, que unen la ribera noble con el barrio de la Magdalena, el barrio obrero dónde estaban los molinos, las tintorerías, etc.

Puente viejo y vista del barrio de la Magdalena

Puente del 22 Agosto de 1944 y antiguos molinos.

Si seguimos hablando de edificios grandes e impresionantes hay que mencionar el Palais de la Berbie claro. Era el palacio episcopal y está al lado de la Catedral. Hoy es el Museo de Toulouse-Lautrec, que nació en Albi.

Como estábamos agotados y a Albi volvemos seguro no entramos al museo (a pesar de que es un pintor que me encanta). Pero si vimos el jardin remarquable de Palacio que, la verdad, no me parece para nada "remarquable" (notable, fuera de lo común). Juzgad vosotros mismos:

Pero al margen de los grandes edificios centrales, lo que más disfruto siempre en estas ciudades medievales es callejear y ver las casonas antiguas y la arquitectura tradicional:

Y hacer descubrimientos inesperados como el claustro de a Iglesia de St. Salvi, donde nos vino genial sentarnos a descansar un rato.

Si tenéis oportunidad, no dejéis de visitar Albi!